El Hotel Cliff en Liendo se trata de un proyecto interno de empresa, realizado por temas rojo, con el fin de cohesionar a los diferentes equipos y los procesos de trabajo, y cuyo objetivo no es su construcción. El departamento de Arquitectura y Construcción, junto con el de Decoración e Interiorismo, han colaborado conjuntamente y de manera estrecha en la redacción del proyecto de este hotel, en su mobiliario y decoración, así como en el diseño de los muebles para el restaurante.

El hotel estaría situado en el municipio de Liendo, en Cantabria, y emplazado en un lugar con mucha historia, La Yesera, siendo éste un antiguo cargadero de yeso como su nombre indica, por lo que se ha querido transmitir la sensación de descenso y verticalidad, proyectándolo de manera inversa, con la entrada en la parte superior y las habitaciones hacia abajo. De esa manera, la afección sobre las vistas desde el antiguo cargadero y desde la parte superior del acantilado es mínima, lo cual era un objetivo importante.

Imagen nocturna del hotel, faro que guía hacia una noche de descanso y paz

El hotel dispone de habitaciones con vistas al mar y a la bahía de Laredo. El acceso al hotel se realiza desde la parte superior del acantilado, donde está el hall, el espacio de bienvenida y el restaurante con una gran terraza de carácter público, para que cualquier persona pueda disfrutar de un momento de relax tomándose un aperitivo. Todos los servicios propios del hotel están centralizados en esa misma planta y disponen de acceso directo a la vía pública.

Vista del acceso al Hotel

Recepción y zona de espera

Las habitaciones con vistas al mar poseen la particularidad de estar orientadas de diferente manera, pero siempre conservando la privacidad entre ellas, con una de las paredes ciegas. Además, la cubierta de la habitación del piso inferior, sirve de terraza para la habitación de hotel del piso superior; equipando las mismas con mobiliario para exterior propio.

Vista exterior de una de las habitaciones

Vista interior de una de las habitaciones

Son dos los ascensores panorámicos que comunican verticalmente todo el edificio, desde la parte de la recepción, hasta la piscina de agua salada a pie del hotel. A medida que vamos bajando en paralelo al acantilado, se van apreciando los matices de la tierra; la cual está iluminada artificialmente resaltando las cicatrices del paso del tiempo en la roca.

El hotel además dispone de un gimnasio propio, con jacuzzi y sauna, con acceso directo al exterior y donde además, se proyecta al pie del mismo, y al lado de la piscina, una zona chill out exterior, con vistas a la bahía.

Vista zona de piscina y chill-out

Como detalle exclusivo, el hotel dispone de playa y un embarcadero propio, al que se accede descendiendo por una rampa con pendiente apta para minusválidos, lo que lo convierte también en un hotel accesible desde cualquier embarcación.